lunes, 27 de marzo de 2006

Michele Bachelet habrá superado la envidia del pene??


Es una pena que Freud no hubiese conocido a Michelle Bachelet y una pena aún mayor, que muchos- (varones y mujeres) - continúen hoy utilizando a la “envidia del pene” como una referencia “cuasi científica” para “explicar” el modo en que algunas mujeres acceden al poder

Es interesante que, con motivo de la visita de la primer mandataria chilena a nuestro país muchos teóricos han salido a explicar el caso Bachelet” “casi como un fenómeno paranormal” porque, si bien no lo dicen, están convencidos de que se requiere de una explicación especial, en tanto ellos continúan entendiendo al poder como un atributo exclusivamente masculino….
Pero no parece sencillo explicar que estas mujeres lejos de “no saber que hacer con el poder, lo ejercen con total naturalidad y que además rompen con estereotipos que han sido “baluartes” de nuestro benemérito sistema patriarcal…. Y seguro no es sencillo, ya que convengamos, se la ve muy femenina, pero no al estilo barbie con plásticos y extensiones al que estamos acostumbrados. Y que también se la ve muy maternal, pero distando mucho de nuestra autóctona doña Rosa a quien todo teníamos que explicarle. Y que además se la ve tan afectiva y sensible que quien diría que está divorciada. Complicado…, con señoras así no hay teoría que resista.
Pero alguna explicación había que encontrarle y entonces no faltaron algunas opiniones que son realmente fantásticas, imperdibles y que enarbolaron la teoría de los Nuevos Liderazgos Femeninos, que al estilo de receta de cocina mezclan lo que denominan valores esenciales de las mujeres : a saber la compasión , la comprensión, lo emocional, con lo intuitivo , la posibilidad de comunicar mejor y ejercer el cuidado en lugar del control ; así todo junto y de una manera tan anárquica que ni la novia de chucky me causó tanto terror Pero da una respuesta y obviamente , quienes mejor que las mujeres para ejercer el liderazgo femenino, si le es natural ??????

Lo trascendente para los argentinos, más que Michelle Bachellet sea mujer, debería ser que su identidad política se constituyó gracias a su cercanía con la ciudadanía y no tanto con las estructuras partidarias, siendo incluso criticada porque esto podría poner en duda la gobernabilidad, lo cual lejos de amedrentarla la llevó a mostrarse más bien huraña con los partidos y a reivindicar, como supremo, el carácter ciudadano de su candidatura, poniendo énfasis en la perspectiva de género, no como una causa de las mujeres; sino más bien como una modalidad de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.

Es un dato a destacar que haya mujeres en lugares de poder en estos tiempos, que sean muchas es otro dato que favorece la igualdad de oportunidades; pero estos datos por sí mismos no significan nada. No creo que por el simple hecho de ser mujeres tengamos una posición a favor de la equidad de género. No olvidemos que tanto varones como mujeres somos los trasmisores de una cultura patriarcal y que los cambios se darán sólo cuando accedan al poder dirigentes que, como la presidenta chilena, hayan puesto a la Equidad de Género como tema central de su gobierno.
Pero de esto se habló poco y no faltan quienes ya han comenzado a hablar del nuevo milenio gobernado por mujeres , del fin de los prejuicios sexistas , y más aún del inminente matriarcado omitiendo, pequeño detalle, que solo 11 países en el mundo tienen Jefas de Estado o de Gobierno y no más de 3 naciones, Chile, España y Suecia, cuentan con una paridad de género dentro del equipo de gobierno.
Sinceramente me resulta gracioso que algunos varones se muestren preocupados por esto, y que olviden que aún hoy 2/3 de los analfabetos del mundo son mujeres y que en último Informe sobre la Salud Mundial de la Población 2005 se refleja que la violencia de género es tal vez la violación de los derechos humanos más generalizada y más tolerada socialmente ya que no reconoce fronteras, ni diferencias socioeconómicas, ni razas, ni castas, ni religión alguna.

¿Realmente es tan complicado entender que una mujer puede llegar al poder por su capacidad, idoneidad y valentía para desafiar roles tradicionales?
¿O será que yo estaré simplificando el tema debido a mi envidia del pene aún no resuelta?

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