sábado, 22 de junio de 2013

Reivindicando al error. Cuando la equivocación resultó un acierto.

Quienes conocen mi pasión futbolera, saben bien que con San Lorenzo no aplico teoría alguna. 
Como buena fanática irracional festejo, todo triunfo y padezco toda derrota. Imposible pedirme cualquier segunda lectura. 

Sin embargo, en lo cotidiano, aunque también soy resultadista; mi verdadero fanatismo está enfocado en los procesos, en la medición de los mismos y fundamentalmente en lo mucho que el error tiene para enseñarnos. 

Y aquí creo necesario reivindicar el aporte del error a todo proceso. 
Lamentablemente, en un contexto donde prevalece filosofía triunfalista; negamos, ocultamos, omitimos, demonizamos o ninguneamos su rol protagónico en el camino hacia el aprendizaje.

En este sentido, injustamente confundimos esos pasos fallidos que nos posibilitan avanzar hacia el logro de un resultado; con la negligencia, la decidía, la soberbia, la insensatez, el ensañamiento y la necedad entre otras cosas, que caracterizan a quienes se instalaron en un el error y no quieren, no pueden, no saben o temen dejar ese lugar. 

Vale recordarles, el error en sí mismo no dice nada; 
se trata de un mensajero que nos anoticia cómo seguir en un proceso. 
Pobre entonces de quien crea que el desafío es matar al mensajero; 
pues se perderá una gran oportunidad de crecer, superarse y conocer a los otros. 

lunes, 10 de junio de 2013

Talentosos por Naturaleza ¿Conoces tu talento natural?

En las últimas décadas, gracias al aporte de las neurociencias, nos anoticiamos que nuestro cerebro tiene áreas diferenciadas y que, según predominen una u otras, determinarán el modo en que aprendemos, es decir cómo percibimos, procesamos y organizamos la información. 


Considerando esto, cuando escribí acerca del éxito laboraldestaqué la importancia de descubrir el talento natural que todos tenemos, el cual nos hace personas únicas e irrepetibles. Y en ese sentido, más allá de utilizarlo o interesarnos en él-; resultará clave conocerlo y apropiarnos de su conocimiento, aunque más no sea para tomar conciencia de nuestro modo natural de aprender. 


Les aseguro que el gran desafío que enfrenta el aprendizaje, es “aprender a aprender” y, el talento natural es el camino para hacerlo. 
Un dato muy interesante en relación a esto es que los talentos naturales muchas veces nos resultan desconocidos o permanecen ocultos en una personalidad que se ha forjado en base a creencias, gustos y preferencias que marcan nuestra forma de pensar y de razonar por influencia del entorno social, del vecindario, de familia, de la escuela e incluso de la calle. . 

Algunos autores afirman que más de la mitad de las personas se dedican a cosas para las cuales no nacieron y lo que es peor, ni siquiera les gusta lo que hacen. 

Por eso, los invito a profundizar el tema y animarse a conocer y potenciar ese talento propio, que sin importar lo que hagas, lo disfrutarás haciéndolo.