miércoles, 31 de mayo de 2006

La Teoría de los “Dos Abortos”


Días pasados revisando el diccionario de la Real Academia Española, de pronto y vaya a saber porque, se me ocurrió buscar la palabra “aborto” .
Nada nuevo bajo el sol en las primeras acepciones de la palabra:
1.m. Acción de abortar
2. m. Interrupción del embarazo por causas naturales o deliberadamente provocadas. Puede constituir eventualmente un delito
3. m. Ser o cosa abortada.
Pero la cuarta acepción llamó mi atención: Se define al aborto como: Engendro, monstruo.
Es cierto que para muchos el aborto es un monstruo, un engendro maldito. No faltan quienes se refieren a las mujeres que lo solicitan como “asesinas” y las juzgan, con total rigor, como madres que, sin sensibilidad alguna, matan a sus propios hijos….
Que difícil se hace entonces el diálogo. Por mi trabajo conocí a muchas mujeres- de diversas edades, clases sociales y sectores socioeconómicos - que abortaron o deseándolo no pudieron hacerlo y rescato un punto común en sus relatos, algo que las hermana: se trata del dolor que esa decisión, condenada socialmente, implicó en sus vidas
Pero no es extraño que al aborto se lo considere un monstruo, ya que es ante todo funcional a la idea de la existencia de un grupo a favor de la vida y otro en contra que, bajo ningún concepto, pueden acercar posiciones.
Como no asociar este contexto a la funcionalidad de la perversa “Teoría de los dos Demonios” que planteó una interpretación posible a lo acontecido en los años setenta.
En este rincón los defensores de la vida y en el otro los defensores de la muerte. El resultado de esta pelea poco importa , siendo lo relevante que la mayor parte de la sociedad queda dividida, ajena a tan cruel batalla, permitiéndose “mirar para otro lado”, vaya a saber como y a que costo, porque , aquí más que en los setenta, es muy difícil que estas historias no los hayan tocado nunca de cerca.
Y así como esta teoría intentó justificar a los militares y a los ideos de derecha, de la misma forma en nuestros días justificaría el autoritarismo religioso , que alegándose la defensa del derecho a la vida, avasalla y decide sobre un tema estrictamente sanitario imponiéndose a las políticas de estado que, no olvidemos, inciden sobre todos los ciudadanos, más allá de de su religión o de su ateísmo.
¿Que sucedería si, dado que los testigos de Jehová están en contra de las transfusiones de sangre, se prohibiesen las mismas o, porque la Religión judía lo pidiese, nos obligasen a la circuncisión de todos los varones y que hablar si respetásemos algunas prácticas tribales como ablación o mutilación genital femenina?
En esto vale recordar que fueron necesarios treinta años para que el gobierno establezca que no es válido justificar lo sucedido como una suerte de juego de violencias contrapuestas como si fuera posible buscar una simetría justificatoria en la acción de particulares frente al apartamiento de los fines propios de la Nación y del Estado, que son irrenunciables".
Nos queda mucho por andar y fomentar la apertura al diálogo, tantas veces como sea necesario, sosteniendo como un absurdo la existencia de dos posturas: Todos estamos a favor de la vida, y ojalá no fuese necesario recurrir al aborto.

Pero el aborto es un hecho, existe y se trata entonces de legislar sobre esta práctica para facilitar la decisión de quienes “decidan hacerlo” ,de más está decir que quienes por sus creencias decidan continuar con sus embarazos pueden hacerlo con total libertad. Se trata de evitar la clandestinidad que posibilita un negociado con las mujeres y que en muchos casos las pone en riesgo, fundamentalmente a las más pobres que arriesgan su vida en esto.
Y el camino a seguir lo marcan los pañuelos blancos. No es paradójico, que al pensar la lucha por “El Aborto Legal Seguro y Gratuito”, recurra a la “figura de las madres y las abuelas” para ayudarnos a pensar como es posible plantear una lucha, con firmeza, coherencia, constancia, paciencia logrando “hacer visible” ese monstruo que nadie quería ver y que, gracias a ellas todo un país reconstruyó su historia.


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viernes, 26 de mayo de 2006

28 DE MAYO, DÍA INTERNACIONAL DE ACCIÓN POR LA SALUD DE LA MUJER



Alguien podría preguntarse si es necesario conmemorar un día por la salud de la mujer, cuando es cierto que “la salud” es un derecho de todos. Y es bueno que surja esta pregunta porque quizá, muchos aún no sepan, que a diario mueren muchas mujeres por causas evitables a partir de incorporación de la perspectiva de género a los programas de Salud.
Comencemos por recordar que la fecha se originó en el V Encuentro Internacional de Salud de las Mujeres realizado en Costa Rica, el 28 de mayo de 1987, cuando se fijó un día para reflexionar sobre el tema y plantear acciones para garantizar el derecho de toda mujer a gozar de una salud (sexual, mental, reproductiva...) de calidad y gratuita.
¿Pero es necesario este día?
Respondamos de nuestro país: los embarazos adolescentes aumentaron en lugar de disminuir a pesar de los compromisos internacionales asumidos por el Estado, y no se trata sólo de embarazos, junto a ellos aumentan los riesgos de contagio de las enfermedades de transmisión sexual y las Mujeres (fundamentalmente las niñas) son más vulnerables que los hombres, por razones biológicas, socioculturales y económicas.
Sumemos la mayor vulnerabilidad a violaciones y a la explotación sexual y a la posición más desventajosa para negociar los términos de las relaciones sexuales, inclusive el derecho a decir “no” y a insistir en la utilización de condones. Y esto es evitable simplemente a partir de la implementación de programas serios de Educación Sexual, pero en nuestro esto no es sencillo. A Nivel Nacional si bien recientemente se aprobó en diputados la Ley de Salud sexual y Procreación responsable, aún queda pendiente su tratamiento en el senado, y si bien tenemos las mejores expectativas de éxito no descartamos que, como en situaciones anteriores, el tema quedó pendiente hasta perder el estado parlamentario.
Y en las provincias la situación no es muy diferente , ya que sólo diez de ellas y la ciudad de Buenos Aires si bien han aprobado leyes de Salud Reproductiva, su implementación aún es precaria e ineficiente por razones ideológicas, razones que siempre afectan a los más pobres, que no casualmente son un grupo de riesgo en estos temas.
Y quizá tampoco conozcan a fondo la gravedad de la Incidencia de la Violencia sobre mujeres. Según un Informe Mundial del 2005 (FUNAP) se demuestra que una de cada cinco será víctima de violación o de intento de violación a lo largo de su vida, Una de cada tres habrá sido golpeada, obligada a entablar relaciones sexuales bajo coacción o maltratada de otra manera, por lo general por un miembro de su familia o un conocido La violencia mata y discapacita a una cantidad de mujeres de entre 15 y 44 años de edad superior al número de las que son víctimas de cáncer. Y el número de mujeres que ven su salud afectada por la violencia es superior a las cantidades combinadas de víctimas de accidentes de tránsito y de paludismo. Y esto también es evitable, pero en nuestro país aún no se ha logrado implementar un programa de registro único de casos para poder medir su incidencia, ni tampoco se relevan datos poblacionales para ver la incidencia del tema. Les puedo afirmar, que cuando de violencia se habla, el tema parece ser tierra de nadie a la hora de pensar en programas integrales al respecto que incluyan prevención, asistencia y reinserción social.
Un ejemplo interesante, hasta hace pocos años los hombres le otorgaban mayor trascendencia a sus problemas cardiovasculares, considerándolos más graves e intensos que las mujeres y las consecuencias de esta creencia no fueron sin costo: Las mujeres tienden a una menor atención y a una menor tasa de diagnóstico y tratamiento y es probable que se deba a una subestimación de la enfermedad cardiovascular en la mujer por parte de los médicos. Recién en los últimos dos años la sociedad de cardiología ha trabajado fuertemente en el tema, pero hay pocas campañas oficiales al respecto cuando hay mucho por hacer en el tema.
Por esto es necesario que, además de conmemorar este día o de estar o no de acuerdo con él, nos informemos del tema y le reclamemos a los Programas de Salud políticas claras al respecto, y fundamentalmente nos reclamemos nuestro compromiso para lograr revertirlo.

Para mayor información podes consultar un Documento de la Organización Panamerican de la Salud que relaciona género y Salud en las Amércas.
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