Los Herederos del Miedo

Mucho se ha hablado a razón de los 30 años del golpe militar y nuevamente se ha hecho hincapié en la necesidad de “explicar” el contexto en el cual se dio , insistiendo en instalar una mirada tan “miope y perversa” de la realidad por suerte pocos dan cabida. Y Tan miope es, que omite “el antes del antes” (porque siempre podríamos dar un paso atrás y resignificar los hechos) y tan perversa que omite el “después del después”. Y allí, en la post dictadura, se constituyó la generación bisagra, que hoy tiene entre 20 y 40 años y que se caracteriza por ser “la heredera directa del miedo” Y que se hereda del miedo? El “síndrome de indefinición aprendida" o de "desesperanza inducida” a la “adaptación psicológica” que realizan las víctimas cuando, ya sin fuerzas ni recursos psicológicos para salir de la violencia; suspenden todo juicio crítico sobre el maltrato, adaptándose a la situación para asegurarse la supervivencia. Cuando se ha sido víctima de violencia, ciertas situaciones se presentan como sin salidas y del vamos se asumen como tal, en pleno convencimiento de que “nada ya puede hacerse” para cambiarlas, que no hay que hacer.
Es común enfrentarnos a esta generación “quebrada”,que desprecia la política (más allá del desprecio que pueden causarnos muchos políticos) porque “el arte de lo posible” no tiene cabida en su inconsciente…. ¿Y se puede crecer sin salidas?
No, y es ahí donde aparecieron salidas alternativas: “El sálvese quien pueda” y “el individualismo” eran los indicados frente a la construcción social y a la solidaridad que en aquel momento eran literalmente mortíferos Y el otro? Que otro? Hay otros? No, “esos otros seguro algo habrán hecho.” Deja , no te metas , a vos te hicieron algo? No, a mi no me paso nada, yo no fui, son lo otros. Que otros? Hay otros? Obviamente los corruptos, ellos son los otros, los gobiernos, los políticos, los sindicalistas, los curas, los obreros, los piqueteros, los empresarios.. No entendieron todavía que además de ser derechos y humanos somos europeos altos rubios y de ojos celestes y que nada tenemos que ver con lo que nos pasa. El destino ha sido demasiado cruel con nosotros: Dios no es “del todo” argentino… Pero esto no es verdad….. Y necesaria la verdad? A nosotros no nos importa.
El miedo a la verdad , hace parte de esta herencia, que nos llevó a creer en la “la Casa está en orden”, “la Revolución Productiva”, “el Salariazo”, “la convertibilidad”, “la “Re-re-reelección”, “la Alianza”,”el corralito”, “el corralón” “la nueva política”, “as asambleas”, “el que se vayan todos” , “la hegemonía de los progres K” ,”la autoridad moral de la oposición pro. Simplificando, validamos “lo que fuera” con total de no enfrentarnos a la verdad. Como decía José Martí "Nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella, por eso nos parece que se hunde el mundo cuando oímos la verdad. Como si no valiera la pena que el mundo se hundiera antes que vivir en la mentira"
Pero como ya estamos hundidos no queremos oír que hay injusticias, hambre, miseria, dolor…. Como dice Calamaro en “Crímenes Perfectos me toco crecer viendo mi alrededor “paranoia al dolor”…. Como resistirlo. Se necesitan recursos para enfrentar al dolor y a la verdad, recursos como pueden ser los ideales, las utopías, las quimeras…
Que gracioso, escuchamos comunicados de Estado, festejamos por la Recuperación de Malvinas y festejamos porque terminó la guerra. Celebramos el retorno a la democracia y nos horrorizamos con el Nunca más. Tanto como nos horrorizamos con la obediencia debida, el punto final y los indultos. Asistimos a la degradación de la democracia y la intentamos salvar gritando que se vayan todos, todos los que dos años después reelegimos y que por suerte volvieron legítimamente gracias a nuestro voto. Y es interesante porque todo esto lo hicimos con la misma distancia, lejanía “y/racionalidad” del que obligatoriamente sale a escena con un papel de reparto.
Somos una generación bisagra decía al inicio, bisagra entre la “resistencia al autoritarismo” y la “obviedad de la democracia” Es cierto no sufrimos la persecución del autoritarismo de Estado por nuestras ideas, pero sin embargo todavía somos temerosos de la democracia y no nos animamos a profundizarla para ser protagonistas.
Por esto agradezco la incansable lucha de gran parte de nuestra sociedad en su conjunto para que, a la luz de “la verdad”, rescatemos la memoria “colectiva”, única garante de que las siguiente generaciones, puedan “libremente construir” una nueva historia