No hay Derechos
Los Derechos Sexuales y reproductivos son Derechos Humanos, no hay dudas en esto, ya que aparecen en varios tratados de derechos humanos conectados con la libertad sexual, el derecho de intimidad/ privacidad y el derecho a la salud entre otros; aprobados por consenso internacional
Los avances de la comunidad internacional en materia de compromiso con la defensa de estos derechos ha sido fundamental en las últimas décadas, ya que se ha ampliado considerablemente su comprensión y sus posibilidades de ejercicio.
Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, bajo el paraguas internacional de los derechos humanos, son entonces el resultado de una combinación de una serie de derechos civiles, políticos, sociales, culturales y económicos: el derecho a la salud, a la salud sexual y a la salud reproductiva, el derecho a la planificación familiar; el derecho a decidir el número de hijos y el espaciamiento de los nacimientos; el derecho a casarse y a constituir una familia; el derecho a la vida, a la libertad, integridad y a la seguridad; el derecho a no ser discriminado por cuestiones de género; el derecho a no ser agredido ni explotado sexualmente; el derecho a no ser sometido a tortura ni a otro tipo de castigos o de tratamientos crueles, inhumanos o degradantes; el derecho a modificar las costumbres discriminatorias contra la mujer; el derecho a la privacidad; el derecho a la intimidad; el derecho a disfrutar del progreso científico y a dar consentimiento para ser objeto de experimentación.
Si embargo quedaba todavía una gran deuda de la sociedad al plantearse un acercamiento a este concepto, su contenido, sus especificidades y las condiciones subjetivas y culturales; deuda que se genera fundamentalmente por el abismo existente entre la mera declaración de un derecho y las posibilidades reales de su pleno ejercicio.
Y este abismo es tan fuerte que se evidencia en lo más profundo de una sociedad, en el caso de Argentina, incluso se evidencia en su lengua. No parece ser casual aquí que la expresión “No hay derecho” se preste a una ambigüedad de sentido, ya que puede interpretarse de dos formas:
Por un lado como “La ausencia de derecho”, su falta.
Por otro lado es una expresión idiomática que se utiliza para denunciar una injusticia, podría usarse como sinónimo de “no es justo”, “no hay razón para que esto suceda”.
“No hay Derecho con Derechos” nos lleva a reflexionar”de que hablamos cuando hablamos de derechos sexuales y reproductivos Pero además nos comprometernos en su repudio, su denuncia denuncia, en doble sentido de la expresión
“No hay Derecho con Derechos” también cierra este ciclo de días de 16 días de LUCHA ACTIVA para erradicar la violencia contra las mujeres que , tenemos muy claro continuará todo el tiempo que haga falta decir “NO MAS VIOLENCIA”
A modo de cierre quiero compartir con ustedes el video El club de las mujeres muertas- de Victor Manuel que nos envío CEPREVI centro de prevencion de la violencia en relación al 25 de Noviembre , al que pueden accede clikeando A q u i Y QUE LES ASEGURO VALE LA PENS PERDER UNOS MINUTOS PARA VERLO Y ESCUHARLO.
1 comentario:
Hoy la palabra DERECHOS está muy en boga.Los que hemos tenido la oportunidad de recorrer durante años una Facultad de Abogacía,en la que se prodigan similitud de términos:derechos,garantías,se proclaman valores humanos,la humanización de las leyes?..parece un doble discurso.La realidad nos muestra que los que se preparan para defender esos derechos,esos valores,aquellos que los proclaman...son los primeros en vulnerarlos o en soslayarlos.Sin dudas,el compromiso social de los que tienen el poder de acceder a la toma de decisiones,se halla ausente.Esto muestra una sociedad a la vista "desprotegida,desvalida" y que tal vez,se convenza de la inutilidad de bregar,luchar y defender sus derechos como personas. Mientras los factores de poder no asuman un auténtico compromiso social por la defensa y permanencia de los derechos humanos,tan sólo nos queda acogernos a aquellos que desde su ámbito,cualquiera sea,luchan por la defensa,vigencia y proclama de las garantías y derechos que como personas nos asisten.
Cordialmente, Viviana.
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