Mujer contra Mujer
Yo comparto hoy el sueño que inmortalizó a un grande, a Martin Luther King y que llegó a todo el mudo como un himno a la libertad del hombre.
Libertad que no puede comprenderse sin equidad.
Libertad que da sentido a nuestra vida.
Y la inequidad de género es, sin lugar a dudas, la mayor injusticia para millones de mujeres en todo el mundo, pero no sólo para ellas. Son los varones también sus víctimas, ya que no se trata esto de una guerra de sexos, sino de un modelo de poder que se sustenta en la injusticia y en la explotación del hombre por el hombre.
Al comenzar esta campaña me sentí más cerca de mi sueño. Y de allí mi alegría inicial al pensar en dos candidatas mujeres para llevar adelante esta lucha. Alegría sumada a sorpresa… ¿Quién hubiese imaginado un escenario tan propicio hace sólo cuatro años?
Dos mujeres disputando el lugar más preciado de poder en nuestro país….
Dos mujeres presidiendo una Nación que, más allá del cariño que nos generen los gauchos y el tango, ha avalado la perversidad del modelo patriarcal.
Pero, ni la alegría ni la sorpresa parecen durar demasiado… Es cierto que hay dos mujeres en esta histórica disputa. ¿Y, esto garantiza algo? ¿Existe acaso una agenda de género en alguna de sus propuestas? ¿O al menos alguna de las dos, en forma personal, puso este tema seriamente como eje de trabajo en sus acciones futuras?
No lo sentí así, y me duele. Era una oportunidad maravillosa está elección para discutir muchísimos temas que, mejorarían la calidad de vida de varones y mujeres. Pero no lo fue, y resta “volver a participar”.
Sin embargo habrá un día después del domingo, e infinitos días después para no bajar los brazos…
Hay muchísimas mujeres y varones que, a diferencia de las elecciones anteriores, votarán venciendo viejos e infundados prejuicios sobre las candidatas mujeres. Y serán ellos quien seguirán participando en política y, quien nos dice, tomen como personal las banderas de esta causa para ofrecerles a sus hijos, ni más ni menos, que una nación que nos incluya a todos.
Puedo resultarles ingenua, no importa, pero hoy sigo con mi sueño, compartido por muchos, sumándome a ese canto...
Y la inequidad de género es, sin lugar a dudas, la mayor injusticia para millones de mujeres en todo el mundo, pero no sólo para ellas. Son los varones también sus víctimas, ya que no se trata esto de una guerra de sexos, sino de un modelo de poder que se sustenta en la injusticia y en la explotación del hombre por el hombre.
Al comenzar esta campaña me sentí más cerca de mi sueño. Y de allí mi alegría inicial al pensar en dos candidatas mujeres para llevar adelante esta lucha. Alegría sumada a sorpresa… ¿Quién hubiese imaginado un escenario tan propicio hace sólo cuatro años?
Dos mujeres disputando el lugar más preciado de poder en nuestro país….
Dos mujeres presidiendo una Nación que, más allá del cariño que nos generen los gauchos y el tango, ha avalado la perversidad del modelo patriarcal.
Pero, ni la alegría ni la sorpresa parecen durar demasiado… Es cierto que hay dos mujeres en esta histórica disputa. ¿Y, esto garantiza algo? ¿Existe acaso una agenda de género en alguna de sus propuestas? ¿O al menos alguna de las dos, en forma personal, puso este tema seriamente como eje de trabajo en sus acciones futuras?
No lo sentí así, y me duele. Era una oportunidad maravillosa está elección para discutir muchísimos temas que, mejorarían la calidad de vida de varones y mujeres. Pero no lo fue, y resta “volver a participar”.
Sin embargo habrá un día después del domingo, e infinitos días después para no bajar los brazos…
Hay muchísimas mujeres y varones que, a diferencia de las elecciones anteriores, votarán venciendo viejos e infundados prejuicios sobre las candidatas mujeres. Y serán ellos quien seguirán participando en política y, quien nos dice, tomen como personal las banderas de esta causa para ofrecerles a sus hijos, ni más ni menos, que una nación que nos incluya a todos.
Puedo resultarles ingenua, no importa, pero hoy sigo con mi sueño, compartido por muchos, sumándome a ese canto...
¡“Por fin somos libres”!
¡Por fin somos libres del condicionamiento de los tradicionales roles de género que tanto mal han hecho a la humanidad!