Quienes me conocen saben de mi interés en temas sociales, y lo que disfruto de ellos, al punto que diría que soy un "social ser" que convive muy feliz con su modo “extremadamente condicionado” de entender el mundo, pues le permite ser conciente de las limitaciones que eso implica
Quizá por eso, o porque con sólo al escucharla la asocio a ese universo que me resulta incomprensible; la ecología fue y es para mí, uno de esos temas del cual prefiero tomar distancia por el simple temor que me da la audacia del ignorante, de la cual nadie creo esté libre.
*Es así como, la primera vez que me preguntaron acerca de la "Ecología Emocional", mi respuesta fue que se estaban equivocando de persona.
*Lo mismo pasó la segunda, que si bien me desentendí del tema, no pude dejar de sentir curiosidad por informarme del tema y ver que asociaba conceptos para mí tan ajenos.
* Sin embargo, la tercera vez, ya pedí un tiempo, para responder y fue así como decidí, investigar este tema y descubrí que la equivocada era yo.
La "Ecología Emocional" plantea un paso más de la inteligencia emocional, le añade dos valores importantes: la conciencia del impacto global y la responsabilidad, valores que debemos entenderlos, tal como sus Mercè Conangla Jaume Soler, cuando se dieron cuenta de que padecemos mucha más contaminación emocional que atmosférica, contaminación está de la que si tengo la autoridad para hablarles.
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